El 10 de Noviembre un grupo de unos 150 inmigrantes intentó entrar a Melilla por la frontera de Beni Enzar. No pudieron lograr su intento por la gran acumulación de trabajadores marroquíes que en esa hora esperaban para entrar en Melilla y -taponaban- la frontera.
Poco después, en un segundo intento protagonizado por unos 50 inmigrantes se produjo un violento encuentro con fuerzas marroquíes y españolas con el resultado de bastantes personas de todos los bandos intoxicadas por gases lacrimógenos, varios agentes españoles con ligeras contusiones y un agente marroquí curándose un arañazo en la mano en la misma frontera (según pudimos ver en las cadenas de TV).
De los inmigrantes nada bueno se dijo, solo que emplearon gran violencia e incluso llevaban palos y piedras, esto se dijo en la parte española.
En la parte marroquí se dijo que portaban hachas y cuchillos.
Los vecinos de la frontera nos dijeron que las ambulancias retiraron a muchos heridos entre los inmigrantes y que dos de ellos parecían estar muertos porque los dejaron en el suelo más tiempo y no se movían. Que con ellos el protocolo fue distinto, un protocolo fatal.
Recientemente hemos recibido noticias del hospital de Nador que vienen a confirmar que ese día ingresaron dos cadáveres en dicho hospital.
La investigación no ha terminado y al final se sabrá la verdad.
PRODEIN