Amín, de Siria, se ha subido a un árbol del que afirma que jamás bajará.

Amin Mohamed, sírio, preso en el CETI de Melilla desde hace algo más de un año y que lleva reivindicando frente a la Delegación del Gobierno en Melilla que le dejen salir de la ciudad más de cuatro meses, ha decidido subirse a un árbol del que afirma que jamás bajará. Amin lleva una soga al cuello y una botella de gasolina... Esto da idea de su estado psicológico.

Hace semanas que Amín entró en una profunda depresión que no ha hecho más que empeorar. Que sepamos no ha recibido la más mínima atención médica e incluso hoy a pesar de las amenazas de suicidio no ha recibido ninguna asistencia , ni visita institucional.

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