miércoles, 23 de julio de 2008

SIGUE LA REPRESION A PERIODISTAS ESPAÑOLES EN MARRUECOS | THE REPRESSION OF SPANISH JOURNALISTS CONTINUES IN MOROCCO

¿Son ustedes periodistas? ¿Españoles? Pues les tengo que pedir que me acompañen”. El interlocutor era el decano de la Facultad de Leyes de la Universidad de Oujda, Mehuimi Mohamed. A sus espaldas, varios agentes de la policía política marroquí daban carácter de arresto a sus palabras. La red de chivatos en el gueto de Oujda delató la presencia de dos periodistas españoles entre los inmigrantes ocultos en la universidad. Desde hace meses, el rector de la Universidad de Oujda cobija a los inmigrantes en su viaje hasta España. En las instalaciones públicas aguardan su oportunidad para cruzar en barca o intentar el salto a la valla de Melilla. El decano ha prohibido el acceso de la policía al campus por cuestiones humanitarias. El recinto estaba poblado por más de 200 subsaharianos. Es el gran secreto de Marruecos en sus conversaciones con España. Los inmigrantes se ocultan a escasa distancia del palacio donde José Luis Rodríguez Zapatero se reunió hace dos semanas con el monarca Mohamed VI para reforzar lazos de cooperación. La voluntad de Marruecos de ocultar lo que allí sucede se tradujo para los dos periodistas españoles en más de seis horas de retención e interrogatorios y la pretensión de eliminar todas las pruebas gráficas del reportaje, que fueron rescatadas posteriormente gracias a la informática.

Así comienza el artículo de la revista Interviú: -EL GUETO QUE MARRUECOS OCULTA A ZAPATERO- del número que se ha publicado esta semana. Un periodista y un fotógrafo fueron retenidos durante horas por la Policía Política marroquí siendo sometidos a un duro interrogatorio, incomunicados, sin asistencia letrada y sufriendo el robo de las imágenes que habían tomado en un sitio público como es la Facultad de Derecho en Oujda.

Unas semanas antes a un fotógrafo español de una importante agencia en Rabat las Fuerzas Auxiliares le dieron una solemne paliza y le robaron la máquina de fotos cuando cubría un acto público frente al parlamento.

Semanas antes varios corresponsales españoles en Rabat sufrieron presiones y amenazas hasta el punto de que la corresponsal de La Vanguardia y La Cadena Ser se vio obligada a abandonar Marruecos con su familia.

Se da además la coincidencia de que un día después de lo ocurrido a los corresponsales de Interviú un periodista Belga pasó por Melilla. Estaba haciendo un trabajo sobre inmigración y venía de la facultad de Oujda donde no había tenido ningún problema por entrevistar ni fotografiar a los inmigrantes que encuentran refugio en ella.

Unas semanas antes un fotógrafo alemán pudo fotografiar la valla de Melilla desde el lado marroquí sin que las fuerzas de seguridad le molestaran lo más mínimo.

Parece que al gobierno de Marruecos solo le gustan los españoles que llegan con las credenciales de la cooperación internacional y el maletín debajo del brazo.

PRODEIN



Wednesday, 23 July 2008
THE REPRESSION OF SPANISH JOURNALISTS CONTINUES IN MOROCCO

“Are you journalists? Spanish? Well, I’m going to have to ask you to come with me.” The speaker is Mehuimi Mohamed, the Dean of the Faculty of Law of the University of Oujda. Behind him are a number of agents of the Moroccan political police who cause him to cut his words short. The web of informers in the ghetto of Oujda have clearly already spread word that there are Spanish journalists among the migrants hiding in the university. For months now, the dean of the University of Oujda has given sanctuary to migrants on their voyage to Spain. In these public facilities they wait for an opportunity to cross the water by boat or to try to jump the fence into Melilla. The dean has not allowed the police access to the campus on humanitarian grounds. The grounds housed over 200 Subsaharan migrants. This is Morocco’s big secret in its conversations with Spain – the migrants are in hiding within spitting distance of the palace where José Luis Rodríguez Zapatero met King Mohammed VI two weeks ago to strengthen ties of cooperation. Morocco’s wish to hide what happens there resulted in two Spanish journalists being detained for over six hours and interrogated. Authorities also tried to delete their pictures and other visual proof, but these were later retrieved thanks to the help of information technology.

These words begin an article in the magazine “Interviú” – “THE GHETTO THAT MOROCCO IS HIDING FROM ZAPATERO” –published in this week’s issue. A journalist and a cameraman were detained for hours by the Moroccan Political Police, and were subjected to a harsh interrogation and incommunicado detention, without access to a lawyer, and also had the images they had taken in a public place (the Faculty of Law in Oujda) removed from them.

Some weeks earlier, a Spanish photographer working for a prominent agency in Rabat received a serious beating from the Auxiliary Forces; the authorities also confiscated his camera while he was covering a public action in front of the Parliament.

Weeks before that a number of Spanish correspondents were subjected to pressure and threats, to the point that the correspondent for La Vanguardia and La Cadena Ser had to leave Morocco with her family.

A further interesting coincidence is that a day after the journalists from Interviú had their run-in with the authorities, a Belgian journalist passed through Melilla. He was writing a piece on immigration and had just come from the Faculty in Oujda where he had had no problem interviewing or photographing the immigrants seeking refuge there.

Some weeks earlier a German photographer was able to take photographs of the fence around Melilla from the Moroccan side with only minimal interference from Moroccan security forces

It seems that the Moroccan government only likes those Spaniards who arrive with a press badge that says “international cooperation” and a briefcase under one arm.

PRODEIN