Miembros de la embajada de India visitan los CETI de Ceuta y Melilla para identificar a inmigrantes de ese país y deportarlos.
¡La visita llega cinco años tarde!
Melilla
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Plataforma Solidaria Yo a tu casa, Tu a la mía
Un grupo de 40 chicos indios cuentan las horas ante su inminente deportación. El pasado miércoles 19 de enero, miembros de la Embajada de La India, visitaron los CETI de Ceuta y de Melilla para investigar sus casos y dictaminar la tramitación o no de sus deportaciones. En caso afirmativo, en un plazo breve de tiempo, estos chicos que llevan en España más de 4 años, verían truncado su sueño de alcanzar Europa y sobre todo, verían pisoteados sus derechos de arraigo. Según la Ley de Extranjería, un inmigrante que resida en España durante al menos tres años y tenga una oferta de trabajo, podrá solicitar documentación para residir y trabajar en España.
Miembros de distintas asociaciones, plataformas y ong’s, expresan su gran rechazo a este tipo de acciones por parte de las autoridades españolas y organizarán inminentes movilizaciones de apoyo y solidaridad con este colectivo.
ESPECIAL VULNERABILIDAD Y LIMBO JURÍDICO
Los inmigrantes retenidos en Ceuta y Melilla son uno de los colectivos de inmigrantes más vulnerables. La mayoría de ellos salieron de sus países hace más de 4 años engañados por las mafias y seducidos por el sueño de encontrar en Europa una vida mejor para ellos y sus familias. Durante los años de travesía por África, han sido maltratados y encerrados por las mafias,reenviados al desierto varias veces sin agua ni comida, despojados de sus pertenencias y documentación, han tenido varios intentos frustrados de entrar en Ceuta poniendo en grave riesgo su vida… Actualmente llevan más de 4 años en Ceuta, sufriendo una situación de absoluta desesperación, inseguridad y miedo ante una posible expulsión en cualquier momento. Sienten que lo han perdido todo, que han arruinado a sus familias, que están perdiendo su juventud.
Además, viven sin poder salir de Ceuta y en un auténtico limbo jurídico al que las autoridades no han dado respuesta durante años. Ha pasado años en el CETI, sobrepasando escandalosamente el tiempo razonable de estancia en un centro de naturaleza temporal cuyo objetivo fundamental es dar una “primera acogida y servicios y prestaciones sociales básicas” a los inmigrantes que cruzan la frontera. Ello se debe, fundamentalmente, a que el Estado no es capaz de ejecutar las órdenes de expulsión por falta de documentación, ausencia de acuerdos de repatriación o falta de medios económicos. Por otro lado, no
existe ninguna norma legal o administrativa que establezca los límites máximos de estancia en estos centros abiertos de las ciudades autónomas. Además, el hecho de que no se permita el empadronamiento de inmigrantes en situación irregular en Ceuta y Melilla supone un recorte a sus derechos como inmigrantes, a diferencia de cualquier otro inmigrante que se encuentre en el resto del territorio español. El empadronamiento es la llave de acceso a derechos básicos como la asistencia sanitaria, del
que sí gozan los inmigrantes que viven en la península. Finalmente, dadas las escasas dimensiones de esta ciudad autónoma, no pueden moverse y tienen muchas dificultades para ganarse la vida. Esta circunstancia ha llevado a muchos de ellos a referirse a Ceuta como “la cárcel dulce”.
Con todo, estos inmigrantes han dado prueba de una enorme calidad humana y agradecen lo poco y lo mucho que reciben de la población de Ceuta y de todas las personas que se han acercado a conocer su realidad. Esto les ha llevado a ganarse el cariño de todos. La historia de un grupo de ellos (los 54 indios que malviven desde hace más de dos años en el monte de Ceuta y que salieron del CETI por miedo a ser sorprendidos y expulsados inesperadamente) ha sido repetidamente relatada en los últimos
meses por muchos periódicos y cadenas de televisión (entre otros, TVE, El Mundo, El País y ABC). En este enlace se puede ver el reportaje de TVE: http://www.rtve.es/alacarta/todos/abecedario/C.html#506889
COLECTIVO INDIO
Este colectivo está formado por hombres jóvenes, entre los 20 y 40 años, procedentes de zonas rurales de La India. Tienen un carácter amable, generoso y un toque de elegancia, gratuidad y respeto en sus modales, que desconciertan a todo el que les conoce. A lo largo de estos cuatro años en Ceuta y Melilla han puesto todo de su parte por tratar de integrarse en la cultura española y en la rutina de sus ciudadanos. Han aprendido el idioma, nuestras costumbres, se han ganado el cariño no sólo de ceutíes y melillenses, sino de muchos españoles que han ido conociendo su historia y se han acercado a conocerles: periodistas, fotógrafos, miembros de ong’s, dueños de comercios, trabajadores del CETI, miembros de partidos políticos, hindúes, europeos,… y de gente corriente que ha tenido la suerte de toparse con ellos.
En el caso de Ceuta, la situación se agravó cuando en una de las temibles visitas de la Embajada, un grupo de más de 50 personas se lanzó a vivir al monte como protesta reivindicativa ante las formas de actuar de nuestros políticos. El apoyo de la gente y de los medios de comunicación favoreció entre otras cosas a que después de aproximadamente 2 años de resistencia pacífica en el monte, 30 de ellos fueran trasladados a la península y acogidos por diferentes organizaciones gubernamentales durante el 2010. Sin embargo, 20 de ellos quedaron abandonados en el monte a la espera de que llegara su turno.
LA SITUACIÓN ACTUAL
Actualmente, los 20 chicos que quedan en Ceuta están ya cansados, desesperados y agotados físicamente después de casi 3 años de vida a la intemperie decidieron plantearse un cambio de estrategia. El nuevo director del CETI les aseguró que si volvían al centro, él podría ayudarles a pasar a la península, ya que el albergue, cada cierto tiempo, traslada a los inmigrantes en mayor situación de vulnerabilidad (mujeres embarazadas, familias e inmigrantes que lleven más de 3 años en la ciudad autónoma) a la península para descongestionar sus instalaciones. Ellos serían los siguientes. Los chicos aceptaron y hace 1 mes se trasladaron al centro. Sin embargo, 4 semanas después de su ingreso, el pasado miércoles 19 de enero, apareció la Embajada de su país con dos personas del Ministerio del Interior para su reconocimiento, y tras esta visita, el discurso del director del CETI pasó a ser “no hay nada que hacer para que podáis pasar a la península”. Siempre que aparece la Embajada, hay deportaciones.
La Embajada visitó Ceuta y Melilla el 19 y 20 de enero, respectivamente, y se llevó toda la información necesaria de los 20 chicos de Ceuta y los 15 de Melilla, para elaborar un informe para el Ministerio del Interior con los resultados de su investigación. Si les identifica como ciudadanos indios (lo cual no se ha producido en los últimos años) serán trasladados a un CIE de la península a la espera de fletar un avión rumbo a Nueva Delhi. Obviamente los chicos están realmente consternados y preocupados viendo que después de 4 años esperando para pasar a la península sin que el gobierno les diese ninguna solución, ahora, teniendo todas las condiciones para poder regularizar su situación en la península, pueda hacerse efectiva su deportación.
LO QUE PIDEN:
Que no se cometa la inhumana decisión de deportarles después de 4 años de espera sino que se respeten los derechos establecidos en La Ley de Extranjería de nuestro país, trasladarles a la península para que pueda tramitarse el arraigo a este colectivo de personas que cumplen todos los requisitos necesarios para su regularización, pues llevan más de 3 años en España y tienen ofertas reales de trabajo.
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