En la madrugada de ayer se realizó una nueva redada en el CETI de Melilla con el resultado de 5 subsaharianos detenidos de diversas nacionalidades.
Si anteriores redadas tuvieron como objetivo detener a personas de nacionalidades concretas: argelinos, hindúes, banglas.... Cuando el objetivo es detener a subsaharianos parece que el criterio sea el color de la piel, se detiene a personas de diversas nacionalidades que solo tienen en común el ser morenos.
Tras la redada de ayer la indignación y el miedo han aumentado exponencialmente en el CETI.
Los inmigrantes afirman que la policía empleó gran violencia en las detenciones, incluso nos comentan que arrancaron a un niño pequeño de su madre y la golpearon con una porra mientras el menor permanecía a pocos metros. El niño fue testigo de la agresión.
Por otro lado en Ceuta hubo otra redada en circunstancias similares según informa el diario EL FARO DE CEUTA