Pronto veremos como los gobiernos dictatoriales del norte de África se enriquecen con el tráfico de menores. Como los menores que lleguen a Europa huirán de los sistemas de protección y permanecerán en guetos como en el peor de los tiempos nazis. Como los menores son detenidos en redadas policiales y trasladados en furgones a las cárceles y después a las naves que los trasladaran a centros africanos que gestionaran ONGs con ánimo de lucro, agencias internacionales, funcionarios locales corruptos.
¿Quien podía pensar que estas iniciativas no vendrían de Berlusconi?