martes, 29 de julio de 2008

EXPULSION MASIVA EN MELILLA | MASS EXPULSIONS IN MELILLA

Menores se quejan del calzado.
La Consejera dice que quieren marca NIKE
[Minors complain about their footwear.
The Director of Social Welfare claims they want NIKE shoes.]


Esa mañana, de madrugada, las fuerzas de seguridad ha rodeado el CETI de Melilla haciendo un gran despliegue. Han sido detenidos al menos 20 inmigrantes subsaharianos y un número indeterminado de argelinos que puede superar el número de 40. Según las primeras noticias los inmigrantes subsaharianos eran de distintas nacionalidades y el único nexo de unión parece ser que no llevaban más de seis meses en el CETI. Los ciudadanos argelinos son todos del grupo de solteros y la mayoría son los que participaron en la huelga de hambre de hace pocas semanas.

La semana pasada trasladaron a la península con un salvoconducto a todos los miembros de las familias argelinas que estaban en el CETI.

Con esta operación el gobierno se apunta otro tanto en las estadísticas electorales y despeja el CETI que estaba sobresaturado por las continuas entradas que estimamos un número de 3 a 6 diarias, a pesar de la humanitaria valla, de los sicarios del otro lado, y de la propaganda política y psicológica que ejercen airando sus leyes ilegales por todo el continente africano.

Por otro lado cerca de treinta niños tutelados por la Consejería de Bienestar Social de Melilla han abandonado el centro de acogida de menores "Fuerte de la Purísima". Estos niños intentan cada noche escapar de la Tutela de la Consejería subiendo a algún barco en el puerto de Melilla. El menor de ellos tiene 8 años y el mayor 17. La mayoría llevan en Melilla más de dos años y argumentan que no aguantan el maltrato que sufren y que ciertos educadores han hecho correr la voz de que no obtendrán documentación en Melilla, que es mejor que se vayan. La Consejera de Bienestar Social de Melilla hace con frecuencia declaraciones alegrándose del bajo número de niños que hay actualmente en el centro y pidiendo más dinero (más todavía) al gobierno para mantenerlos.


La Consejería de Bienestar Social sigue además sin aceptar las recomendaciones y recordatorios de deberes legales que recibe del Defensor del Pueblo Español, ejerciendo la Tutela de menores de forma despòtica y de forma contraria a lo establecido por la legislación vigente.

Versión en inglés:

Tuesday, 29 July 2008
MASS EXPULSION FROM MELILLA

In the early hours of this morning security forces surrounded Melilla’s CETI in a mass deployment. At least 20 Subsaharan migrants and an unknown number of Algerians (which could be just over 40) were detained. According to early reports the Subsaharan migrants were from various countries, and the only thing linking them in common was that none of them had spent more than six months in the CETI. The Algerian nationals were all single men, most of whom had taken part in the hunger strike a few weeks ago.

Last week all the Algerian families in the CETI were transferred to the peninsula with a guarantee of safe passage.

With this operation the government is aiming once again to gain electoral statistics and to clear out the CETI which was overcrowded as a result of the continuous entries (estimated at about 3 to 6 a day), which continue despite the ‘humanitarian’ fence, the thugs on the other side and the government’s political and psychological propaganda which cover up its illegal practices wreaking havoc on the African continent.

In other news, around 30 children under the custody of Melilla’s Social Welfare Office (Consejería de Bienestar Social de Melilla) have run away from the refuge center for minors called “Fuerte de la Purísima.” These children try every night to escape the custody of the Consejería by climbing aboard boats in Melilla’s port. The youngest of them is 8 years old, and the oldest is 17. Most of them have been in Melilla for over two years, and they argue that they can no longer bear the ill-treatment they suffer and that some of their teachers have told them that they will not ever get their documentation in Melilla and it is better for them to go. The Director of the Social Welfare Office in Melilla continues to make frequent self-congratulatory statements about the low numbers of children currently in the center and asking for more money (yes, even more!) from the government to take care of them.

Furthermore, the Social Welfare Office continues not to accept the recommendations and reminders of legal obligations it has received from the Spanish Public Defender’s Officer, and continues to exercise its custody over the minors in a despotic manner which runs completely against the law as it stands.