Como cada año desde la APDHA dirigimos nuestra mirada a los flujos migratorios de personas que se dirigen a nuestro país desde el continente africano. Y lamentablemente lo que vemos es sufrimiento y dolor. Vemos vidas truncadas y perdidas. Y observamos de nuevo políticas inhumanas de gestión de las fronteras. Injustificables incluso desde los objetivos que dicen perseguir, pero absolutamente odiosas desde el punto de vista de los derechos humanos.
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