Malditos sean los dos de paisano que han sacado ilegalmente a una mujer subsahariana embarazada y a una mujer subsahariana inválida con un niño de 4 años y un bebé por la frontera de Beni Enzar. Malditos sean sus jefes y las madres de todos ellos y los que han mirado para otro lado en una frontera internacional que se supone que marca la diferencia entre un país de la unión europea, la que ha recibido el premio nobel de la paz, y una dictablanda como Marruecos.
Aquí ya no hay estado, no hay ley, ¡Viva la mafia!
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