sábado, 21 de julio de 2012

Si ayer decían que esta es la Melilla de Imbroda y su banda, hoy dicen que se van a quedar y van a seguir luchando por ellos, por sus hijos y por una Melilla de los ciudadanos.



Sergio y Estefanía tenían las horas contadas en Melilla. Este domingo se marchaban de la ciudad en la que han nacido y se han criado para reunirse con sus hijos en Madrid, uno de dos años y una niña de meses, donde reside la madre de ella.

La pareja llevaba ya cuatro meses viviendo en las calles de Melilla de la caridad, sin ninguna ayuda oficial. Hace varios meses que tuvieron que mandar a su hijo a Madrid porque no podían mantener a los dos pequeños, hace una semana la niña también se marchó. Estefanía cuenta que Sergio tiene desde ese día dolores de estómago muy fuertes, aunque él lo niega, porque no soporta estar sin la niña.

La pareja no ha perdido el tiempo durante estos meses: Han pateado toda la ciudad pidiendo trabajo, han entrado en todas las oficinas del Ayuntamiento haciendo lo mismo, han solicitado las ayudas más básicas en Bienestar Social y … ¡todo se lo han negado! El motivo: Ella y la hija no están en el padrón. Estefanía se marchó unos meses a Madrid para dar a luz junto a su familia y a la vuelta como no tienen casa no pudo volver a empadronarse. Las consecuencias han sido dramáticas para la familia.

Hasta ayer la cosa pintaba negra ¡Muy negra!… Con los niños en Madrid, los billetes en el bolsillo y todas las puertas cerradas en la ciudad, no quedaba más que esperar que pasaran unas cuantas horas para emprender el viaje. Después de meses de lucha en los que Bienestar Social les ha negado hasta un plato de comida y una habitación donde refugiarse la pareja parecía definitivamente rendida.

A media tarde de ayer (viernes) el teléfono sonó. Al otro lado una voz desconocida les informaba de que les daban una casa en "alquiler cero" hasta que su situación se normalizara. La pareja no se lo podía creer. Más tarde tuvieron una cita con "la voz" y pudieron comprobar que no era una broma, que la solidaridad humana existe todavía y que puede romper el círculo de corrupción, de nepotismo y de expolio que están sufriendo los ciudadanos de este país y concretamente de esta ciudad.

Desde ayer se paró el reloj y ahora gira hacia atrás. Sergio y Estefanía han roto los billetes y están tramitando otros nuevos para 4 personas, pero esta vez de vuelta a Melilla.

No pueden evitar hablar dolidos del trato institucional recibido y con esperanza en la viabilidad de seguir en su ciudad. Si ayer decían que esta es la Melilla de Imbroda y su banda, hoy dicen que se van a quedar y van a seguir luchando por ellos, por sus hijos y por una Melilla de los ciudadanos.