miércoles, 18 de mayo de 2011

Se ha marchado José Rafael: “sin ninguna medalla y sin ningún enemigo”


Se ha marchado José Rafael: “sin ninguna medalla y sin ningún enemigo” como le gusta decir a él.

Guardia Civil, Capitán del servicio de fronteras de Melilla, hombre de gran humanidad, ha conseguido durante su corto mandato mejorar ostensiblemente las prácticas que se realizan en materia de control fronterizo.

José Rafael se marcha “tocado” por la situación de las mujeres y hombres que trabajan en el Barrio Chino y entre ellos nos consta que es donde ha hecho más amigos.

José Rafael gusta de escribir versos “de andar por casa” y nos ha dedicado este, que con su permiso, publicamos a continuación:


Barrio Chino de Melilla,

Pena, pan, sudor y miedo,

Alma, vida, sangre, muerte,

Sentimientos y recelo.


No bendice la bondad,

No maldice la maldad,

No demanda la justicia,

Ni añora la libertad,


Hombre, mujer,niño o viejo

¡Que más da!

Cojo,manco,tullido o ciego,

¡Es igual!


¿Quien le negó sus derechos?,

¿Quien le habló de humanidad?,

Su dolor, no tiene nombre,

Cuando el hombre,es menos hombre,

Que importa su dignidad.


Barrio Chino de Melilla,

Sudor y polvo allí se funde,

Angustia y miedo se confunde,

Destino la adversidad,

El hambre, timón del viento,

Le vendo mi pensamiento,

Solo tengo mi pensar.


Barrio Chino de Melilla,

Animados bustos sin rostro,

La vista a ras del suelo,

Bebiendo el frío en enero,

Y sudándolo en agosto.


Su Tribunal, es su Dios,

Su horizonte, su mañana,

Hoy no mide ni compara,

Hoy no le llega su luz,

No recuerdo, ya su cara,

Se me ha olvidado su cruz.


Barrio Chino de Melilla,

Eres preso sin condena,

No conoces tu enemigo,

Porque no vive tus penas,

Te está guiando el amigo,

Y le temes, no le temas.


En el solar del desconsuelo,

Refugio de la infortuna,

Las lágrimas de la Luna,

Besa el suelo, una a una.


Barrio Chino de Melilla,

Fantasmas desesperados,

Su nacer, es su pecado

Su tenue voz lo mancilla,

No existes, en la otra orilla

Y esta mira, a otro lado.


No podemos más que lamentar la marcha del capitán, un buen hombre, amigo de todos.

Le deseamos la mayor de las suertes en su nuevo destino.